JÖKULSÁRLÓN, LA LAGUNA GLACIAR
Islandia es, sin duda, la tierra de hielo y fuego, una isla secreta en los confines del mundo. Al norte del océano Atlántico y limítrofe con el océano Ártico, fue considerada por los griegos como la última Thule. Tan sólo los vikingos fueron capaces de asentarse en ella y resistir las desbordantes fuerzas de la naturaleza que se manifiestan en la isla. Antiguas historias de pescadores bretones hablan de aquella isla rodeada de inhóspitos mares que aparecía y desaparecía en la niebla, allá donde el sol no parecía ocultarse.
Un lugar así merece un viaje especial, conocer los mares que atravesaron pescadores y vikingos, vivir la experiencia de divisar Islandia entre la niebla y adentrarse en los abruptos fiordos. Así comencé un viaje desde España en bicicleta y barco que me llevó a conocer todos aquellos lugares de los que sólo los marineros hablaban: las islas Shetland, las islas Feroe y, finalmente, Islandia, la tierra de hielo.
En Islandia más del 11 por ciento de su territorio se encuentra cubierto por el hielo y de todos los glaciares que recubren la isla el mayor es el Vatnajökull. Éste es el más grande de Europa y más grande incluso que todos los glaciares juntos del viejo continente.
Del Vatnajökull parte el Breidamerkurjökull, un glaciar menor del que se desprenden continuamente inmensos bloques de hielo. Del deshielo del glaciar nace el río que forma la laguna donde flotan majestuosos icebergs, formando un paisaje propio del mismísimo Polo Norte.
Los icebergs flotan tranquilos en la laguna, siendo cada uno de ellos un efímero registro histórico-geológico de Islandia con una edad media de entre 1000 y 1200 años. El color de cada uno de ellos nos cuenta su historia: negros, guardan su posición original y mantienen aun capturados los sedimentos que arrastra el glaciar en su movimiento; blancos, la parte visible fue antes la sumergida que fue desgastada y limpiada por la corriente hasta que la parte emergente pesó más y obligó al iceberg a darse la vuelta; azules, el azul nos indica el oxígeno que guarda entre sus moléculas y la presión a la que ha sido sometido, cuanto más blanco más oxígeno contiene y a menor presión ha sido sometido.
Con el tiempo los icebergs se desgastan y rompen, y el río los transporta hasta el océano Atlántico. En el océano los icebergs se ven sometidos a la fuerza de las olas que los limpia de todo pasado y los devuelve a la playa negra de origen volcánico, formando un paisaje único en el mundo.
Es en Jökulsárlón, en una noche de verano, cuando el hielo y el sol de medianoche unen sus fuerzas y el ártico te cautiva.
Ago 04, 2010 @ 14:01:26
me encantan tus comentarios,como me gusta la gente como tu,estoy de acuerdo sobre el comentario de islandia,…